Es muy común en el mundo de la medicina que los mitos, el voz a voz y las opiniones tengan más efecto en las decisiones que… médicos; algunos de estos mitos hacen que las personas pierdan la objetividad y resulten tomando una determinación que puede no ser la más favorable.

Quiero compartir con ustedes algunos de esos mitos que se han generado alrededor de la Vasectomía, que es en mi concepto profesional, el mejor método de contracepción que existe.

Quiero enunciar algunos de ellos y confrontarlos con los hechos.

Mito “La vasectomía me hace menos hombre”:
Es cierto, incluso en pleno 2020 e incluso en el medio hospitalario he sido testigo de como algunos tienen en mal concepto a los hombres que se hicieron la vasectomía; la percepción es que quien se hizo la vasectomía ha perdido masculinidad.

Otros hombres e incluso sus parejas piensan y temen que la función sexual del hombre empeore o se vea afectada con la vasectomía.

Realidad:
La vasectomía en ningún momento afecta la función de producción de hormonas de los testículos. Esta solo influye en el flujo de espermatozoides que van por el conducto deferente.

De hecho, a pesar de ser una cirugía que se hace en el escroto, el conducto deferente está en un compartimiento anexo, pero separado  de los vasos del tejido encargado  de la producción de hormonas; por lo que no hay cambios en la testosterona asociados a esta intervención. La vasectomía no es igual a castración.

Ahora, según mi experiencia se ha notado un aumento en el deseo sexual y a frecuencia de la actividad sexual, ya que en los pacientes no se presenta ansiedad asociada a los embarazos no deseados.

De la misma, la erección no se ve afectada de ninguna forma después de la vasectomía, ya que anatómicamente, no hay ninguna relación directa con el pene; esto es así porque los vasos sanguíneos responsables de la erección no son los mismos de los testículos, la conexión del testículo con la vía reproductiva ocurre dentro de la pelvis a nivel de la próstata lejos del área de la intervención.

Mito: “La vasectomía desaparece o afecta la eyaculación”

Realidad: El volumen del semen no cambia después de la vasectomía; el semen es como un “bus” donde van los espermatozoides. Ese líquido de transporte se produce principalmente en las vesículas seminales – próstata y estas no se ven afectadas por la vasectomía. El aporte en volumen de los espermatozoides que vienen del testículo al semen es mínimo, usando de nuevo la comparación del bus los espermatozoides, estos no alcanzan a ser ni los espejos interiores comparados con el volumen total del semen. La vasectomía no tiene efectos apreciables en la eyaculación.

Mito: “La vasectomía es una cirugía compleja o riesgosa.”

Realidad: La vasectomía es un procedimiento quirúrgico ambulatorio que se hace con anestesia local incluso sin uso de agujas ni la necesidad de usar bisturí. La duración de la intervención en manos experimentadas es de cerca de 10 minutos. Y la recuperación de las actividades habituales ocurre en el curso de los dos primeros días después de la intervención. Comparada con el “pomeroy” ligadura tubárica o también conocida como ligadura de trompas en la mujer; es una cirugía mucho más sencilla y rápida.

Mito: “La vasectomía es “para siempre” o irreversible.”

Realidad: La interrupción del conducto deferente producida por la vasectomía es reversible con la intervención de vasovasostomia. Se debe hacer procedimiento de reconstrucción de altísimo grado de efectividad.

Algunos hombres después del tiempo se arrepienten de haberse hecho la vasectomía, la mejor opción en términos de efectividad, facilidad y costos es la reversión de la vasectomía con técnica microquirúrgica.

Obviamente es una cirugía de reconstrucción, más compleja de hacer para el cirujano que la vasectomía, pero para el paciente es similar en términos de lo que sintió en la vasectomía y la incapacidad postoperatoria.

Mito: “La vasectomía puede producir Cáncer de próstata.”

Realidad: Hace algunas décadas unos estudios observaron que había alguna relación entre la vasectomía y el cáncer de próstata. Posteriormente en estudios más amplios se evidenció que no hay ninguna relación entre la vasectomía y problemas de la próstata.

Se evidenció que los pacientes que se hacen la vasectomía entran en contacto más temprano con el urólogo y en términos generales son más “juiciosos” con el cuidado de su salud y se hacían los exámenes de próstata con mayor frecuencia.

Mito: “La vasectomía es una cirugía para hombres mayores.”

Realidad: La vasectomía se puede realizar a cualquier edad y no es necesario tener hijos para hacérsela. Algunos hombres jóvenes sin hijos optan por esta técnica como opción anticonceptiva quirúrgica ante la decisión de no tener hijos en su plan de vida. De la misma forma hombres jóvenes que ya tienen hijos y consideran que ya no quieren tener más.

Tampoco hay límite superior de edad para la vasectomía. Los hombres a diferencia de las mujeres pueden ser fértiles durante toda la vida y la vasectomía es la mejor opción contraceptiva a cualquier edad.

Mito: “La vasectomía es menos segura y efectiva que la ligadura de la mujer.”

Realidad: La vasectomía es una técnica ampliamente utilizada en países como Estados Unidos y España (9% de los hombres la tienen). De ese gran volumen de pacientes se han hecho estudios comparativos donde se ha demostrado que la posibilidad de fallo de la vasectomía es significativamente menor que la ligadura tubárica en las mujeres (0,02-0,2% vasectomía versus 0.7-1.8% ligadura).

Mito: “La vasectomía desaparece el orgasmo.”

Realidad: La excitación las sensaciones genitales y el orgasmo se transmiten principalmente por estructuras nerviosas que discurren por la parte de arriba del pene y no son involucradas jamás en la vasectomía. No hay ningún cambio en la sensación de placer genital con la intervención.